1984 | Reseña.
7:28 p.m.
S I N O P S I S
La vigilancia del Superestado se ha apoderado de la vida y la conciencia de sus súbditos, interviniendo incluso en las esferas más íntimas. Todo está controlado por la sombría figura del Gran Hermano, quien todo lo ve, todo lo escucha y todo lo dispone.
Winston Smith aparece como símbolo de la rebelión contra este poder, pero conforme el relato avanza queda cada vez más atrapado.
Una novela donde el poder es el valor absoluto y donde nada es más importante que la voluntad de conservarlo.
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¡Hola a todos! Sean bienvenidos una vez más, y después de mucho tiempo, al blog. Quiero solamente decir en mi defensa por mi ausencia, que no había tenido muchos ánimos de escribir reseñas todo este tiempo. Me he secado un poco con respecto a la pasión que decía sentir por hablar de historias hace algunos años, y aunque finalmente recuperé las ganas hace unas pocas semanas por hacer esto de nuevo, no encontraba el libro indicado para el comeback, je. Incluso me vino a la cabeza el regresar a Youtube y esas cosas, pero no quise adelantarme y por eso solo decidí sentarme a escribir esto.
Llegó el libro indicado para mi comeback, amigos. Lo terminé literalmente esta madrugada y tuve que detenerme un poco para digerir ese final tan impactante. Me quedé con muchísimas dudas, con terror en el interior y con mucha, pero mucha fascinación. 1984 es un libro realmente complejo y tengo muchas cosas que decir al respecto, aunque sé que las palabras no me alcanzarían o, en su defecto, este post se haría tan largo que hasta a mí me daría flojera escribirlo. Pero no pude resistir las ganas para venir a conversar a través de este blog con ustedes. Así que vamos a comenzar.
Durante no sé cuanto tiempo escuché maravillas de este libro por las diferentes comunidades literarias que todos conocemos, pero supongo que fue el hecho de saber que era un libro distópico lo que realmente llamó mi atención. Si han visto mi bookstagram (@joysharesstories, síganme, subo contenido bonito, jeje) sabrán que hago menciones honoríficas, con muchísimo cariño, a la trilogía más chida que he leído en mi vida, Los Juegos del Hambre. Desde que me enteré de todo este rollo de los gobiernos tiranos y el chico(a) elegido(a) para encabezar la rebelión y derrocarlo, me volví fan. No he leído muchos libros al respecto porque el hype con ese tipo de tramas ya se calmó un poco y he estado dándole prioridad a otro tipo de géneros, pero literalmente se los digo: me arrepiento de haber dejado por tanto tiempo 1984 ahí arrumbado en mi biblioteca. Me arrepiento mucho de no haberlo leído antes.
Y es que no hay punto de comparación con esta y otras distopías juveniles que pueda haber en la literatura —no lo digo por despreciar la literatura juvenil, ojo, amo la literatura juvenil, soy joven, no podría hacer algo así— pero debemos admitir que Los Juegos del Hambre, aunque no del todo y ahorita les explicaré porqué, no se acerca tanto a la realidad como lo hizo George Orwell con su obra maestra.
Si bien Los Juegos del Hambre se centra en un país (Panem) donde gobierna un sujeto tirano y que además los reprime, creo que más que mostrarnos un mapa de lo que podría ser el mundo en un futuro (o actualidad) lo sentí más como una crítica a la televisión basura. Ya saben, canales de TV abierta e incluso los que pagamos por cable, porque solo se dedican a entretener al pueblo con estupideces y nada más que eso. Solo se trata de darles pan y circo al pueblo para tenerlos contentos, pero nadie sabe lo que realmente sucede detrás. Nos pone a pensar, ¿no? Sí, será un libro con una trama ficticia, personajes entrañables, un final un tanto realista... pero a mí me parece fascinante porque muchas de las cosas que suceden en Los Juegos del Hambre no están muy alejadas de la realidad; pobreza extrema, asesinatos, riqueza injusta, personas que gobiernas el país solo para obtener un beneficio propio. Está pasando, probablemente no con la misma magnitud de un libro de ficción, pero no podemos negar que muchas personas están viviendo hoy en día algo similar.
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1984 se centra en nuestro personaje principal, Winston Smith. Él compró un cuadernillo por ahí de vuelta al trabajo, si no mal recuerdo, en donde planea comenzar a escribir algunas de las cosas que está viviendo en Oceanía, con la esperanza de que las generaciones futuras lo lean. Oceanía está siendo gobernada por un grupo de personas denominadas El Partido y cuyo líder se identifica con el nombre del Gran Hermano. Su imagen está pegada por todos lados y bajo esta reposa la leyenda “El gran hermano te vigila.” Y literalmente es de ese modo. Incluso en el libro se describe cómo la imagen estaba especialmente hecha para dar la pinta de que te estaba viendo en todo momento; cuando despertabas, si hacías un solo movimiento, cuando salías al trabajo, mientras comías... Aunado a eso, hay telepantallas en cada una de las casas de los habitantes de Oceanía, y así todo el mundo está completamente advertido de que El Partido tiene en su poder la información que quiere sobre los habitantes de ese país.
Winston está seguro de que algo no anda bien, siente que las situaciones que están embargando a Oceanía no son correctas, pero pensar algo negativo sobre El Partido podría costearte hasta la muerte y Winston decide mantenerse sus dudas en la cabeza para evitar lo anterior.
El partido tiene tres lemas que engloban sus propósitos al cien por ciento:
La guerra es paz.
La libertad es esclavitud.
La ignorancia es poder.
Y realmente me llama mucho la atención el último lema (de hecho, al leer los extractos del libro de Emmanuel Goldstein, el Enemigo del Partido y a quien, al parecer, toda Oceanía aborrece, fue cuando se me ocurrió hacer énfasis en este punto que quiero explicar) porque una de las cosas que quieren hacer para lograr la ignorancia del pueblo es reducir el lenguaje. Es decir, nosotros en Latinoaméritca tenemos uno de los lenguajes más bonitos del mundo, el Español tiene un montón de reglas, maneras de conjugar los verbos, palabras bellísimas que pueden englobar un significado... imagínense que desapareciera para dar pie a un lenguaje más reducido, a abreviaciones que tendrían como único propósito lograr que pienses menos y tus respuestas lleguen a ser automáticas. Así no habría crimentales (crímenes mentales) que te den una opinión negativa sobre tu gobierno. Bueno, a eso en 1984 se le conoce como NeoLengua y la gente en el Ministerio de la Verdad está trabajando en un diccionario con ese nuevo idioma para que las nuevas generaciones lo aprendan y, en ese caso, el Inglés Estándar desaparecería para siempre.
Otras de las cosas de las que se encarga ese ministerio —que no es el único, ahorita explico sobre los otros tres— es de dar información al país respecto a lo que está sucediendo, lo que son las noticias y tal. Pero una de las principales funciones también es el de reescribir la historia y falsificarla. Esto está más rudo todavía, porque las personas en ese lugar dan a conocer la verdad que el Partido quiere que el país sepa. Todo es a su conveniencia, y si ellos deciden cambiar de opinión respecto a algo, lo hacen y obligan a todos a pensar que siempre fue de ese modo. Un ejemplo muy claro es que, si el partido dice que 2+2=5, aunque tú sepas con toda certeza que es 4, tienes que darles la razón.
El otro ministerio es el de la Abundancia, este se dedica a controlar la economía de Oceanía y repartir a todos sus súbditos la porción de provisiones que ellos consideran necesaria. Esto provoca a que las personas dependan de lo poco que el gobierno les pueda administrar. Pero todo el mundo sabemos que no hace más que expandir la escasez.
El siguiente Ministerio es el de la Paz, que se encarga de ver todo lo relacionado a la guerra y, finalmente, existe el Ministerio del Amor. En el libro este último se describe como el más terrible y vaya que sí lo es. Se dedican a torturar a las personas para curarlas de los malos pensamientos que surgen hacia el Partido y hacia el Gran Hermano.
1984 es un libro de terror, creo que podría describirse fácilmente de es modo. Habla de muchísimas cosas importantes a considerar como seres humanos, te ayuda a entender un poco de lo que un gobierno tirano es capaz de hacer y las razones, que para mí se reducen a la maldad del corazón, por las que operan de este modo.
Recomiendo ampliamente que lo lean, de verdad es una historia que te puede abrir mucho la mente a las circunstancias actuales. Eso sí, y creo que como muchos concordarán conmigo, en 1984 hay un chorro de similitudes a la vida real y sé que ustedes las van a identificar fácilmente.
En goodreads le di cinco de cinco estrellas porque simplemente me pareció fascinante. Además, ya tenía mucho tiempo que un libro no me atrapaba tanto como este lo hizo.
En fin, esto sería absolutamente todo por la reseña de hoy. No quiero comentarles nada más porque George en su libro puso un chorro de escenas que realmente te sorprenden y te dejan helado, es una experiencia increíble y quisiera que todos lo vivieran de ese modo. Les agradezco por pasar a leer y les deseo un feliz año. Que todo marche bien para ustedes y puedan hacer todo lo que se propongan.
Nos leemos en un siguiente post y en comentarios. ¡Adiós!
2 comentarios
¡¡Holaaa :D!!, encantado de saludarte. No conozco ninguno de tus trabajos anteriores, pero tras leer este post tuyo, creo que me habría gustado leerlos.
ResponderBorrarY hablando de leer, recuerdo la primera vez que me sumergí entre las páginas de este "1984", en cual empezó como una crítica y mucho me temo que cada vez más se asemeja a un maquiavélico manual de instrucciones que, como bien comentas, la realidad se asemeja cada vez más. Mira que me encanta la literatura de terror de todo tipo, pero ningún libro me ha dejado más "mal cuerpo" que este título debido a la probabilidad factible de que lleguemos a esto.
Excelente post. Te sigo para estar más al tanto de lo que vayas publicado, y bienvenido de nuevo. Espero que tu ausencia no fuera por nada grave.
Ánimo y éxito.
Siempre he tenido este libro en mi lista de pendientes pero nunca me he animado a leerlo. Gracias a ti y a tu reseña lo haré jaja. Un saludo :)
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