El niño con el pijama de rayas | Reseña.
1:10 p.m.
¡FELIZ AÑOOOOOOOOOO! *Fuegos
artificiales, confeti, cornetas, espanta suegras, niña gritándoles al oído* ¿Cómo están, chicos? Muchísimas gracias por
pasar por el blog, espero que estén teniendo un día muy bonito :).
¿Qué van a cenar a rato? Yo todavía no sé *llora*.
Este
es el último post del año *Ahhhh :c* y para culminar este 2016
decidí hacerles una reseña *Yaaaaaaay* 😂. Así que, como ya
vieron en el título, hoy vamos a estar charlando de El niño con
el pijama de rayas de John Boyne. Sí, este librillo queme
terminé en un día, que hasta película tiene y cuyo protagonista se
volvió mi nuevo amor desde hace unos meses... ¿Ah? ¿No sabían eso? Avísenme... ya le estaba yo declarando mis sentimientos a Asa
Butterfield v: jaja, ya pues xd. Sólo quiero darle un poco de humor
a esto porque si no siento que me voy a poner a chillar, y no
queremos eso ¿verdad?
Muy
bien, prosigamos.
Debo
decir que tengo un poquito de miedo de no poder ser lo bastante
objetiva con esta reseña para poder dar mi opinión correctamente,
es que en serio me encantó el libro y no quiero que se me vaya a
salir lo fangirl hablando de él *sonríe
enseñando la fila de dientes*. De
hecho ahorita siento como un dolor en el pecho que,
creo, es de la emoción xd.
En fin, prosigamos otra vez
xd.
Como
ya habrán leído en la sinopsis, es mejor que ustedes inicien esta
maravillosa lectura sin que sepan absolutamente nada de ella (aunque
igual no importaría si hablo de ella con spoilers porque supongo que
ya la mayoría ha de conocer este libro) pero aún así, no quiero
meterme en mucho de lo que trata:
1.
Por respeto a lo que no lo han leído y 2. Porque no sabría cómo
hacerle para darles un resumen bien centrado.
Así
que por esta ocasión me voy a saltar esta parte y pasaremos
rápidamente a mi opinión personal :D.
Supongo
que ya se han de haber dado cuenta, por
lo que se dice de las cercas en la sinopsis y por la portada,
que esta historia transcurre en pleno climax del holocausto de la
segunda guerra mundial. Digo
esto porque, cuando Bruno llega a su nueva casa desde Berlín, la
cerca que estaba tras su casa
ya tiene
gente
ahí, lo que significa que los primeros años de la guerra ya
habían sucedido. Nada
más que a John Boyne le dio la gana escribirla como sesenta años
después de los acontecimientos.
Entonces
ustedes me
dirán: Es que,
mira Johanna, este temita del Jitler ese
como
que ya
está
bien gastado, ¿no? ¿Por
qué a John se le ocurriría escribir algo más acerca de el
holocausto? Lo sé, lo sé; tenemos El
diario de Ana Frank, La ladrona de libros, Los hornos
de Hitler, La lista de Schidler... (bueno, en realidad no
tengo idea si este último es un libro, pero este es un blog de
películas también, así que la nombrare xd). Pues yo les tengo una
respuesta para su su duda: Tienen razón, la segunda guerra mundial
ya es un tema muy redundante, pero en específico El niño con el
pijama de rayas no lo es.
Por
ahí vi esta imagen:
Lo
que quiere decir en español es: “Una historia de inocencia, en un
mundo de ignorancia”. Y creo que la foto tiene toda la razón del
mundo, pues cuando Bruno llega a su nueva casa, lejos de Berlín y
lejos de todo lo que él conocía como un hogar, llega totalmente
solo; no tiene amigos, no tiene con quien jugar, está completamente
aburrido. Así que cuando conoce a Shmuel pues es como que lo mejor
que le pudo pasar en la vida; Bruno no se fijó en si estaba sucio o
estaba limpio, no se fijó en la pijama de rayas que tenía (aunque
sí le crecía una pequeña duda del por qué la llevaría,
obviamente, es un niño xd), no se fijó en si era judío o si era
nazi... ¡Vamos! Eso fue lo menos que le importó; simplemente supo
quién era Shmuel, era un niño que estaba sólo y lo más
fácil para Bruno fue hacerse amigo de él. Creo que eso es lo más
hermoso de la historia, el chamaquillo no sabía por qué tenía él
que odiar a la raza contraría y, a pesar de que fue algo que le
estuvieron inculcando constantemente, Bruno simplemente rechazó esa
oferta y siguió yéndose con Shmuel para pasar el rato.
Lo
más bonito que encuentro de esta historia es la amistad tan pura que
tienen estos dos niños, ellos solo quieren ser amigos, quieren vivir
la niñez que realmente merecen y la cuál les fue arrebatada gracias
a Hitler y sus secuaces mugrosos que odio hasta la muerte. Y no estoy
hablando de que porque soy Cristiana y es el pueblo de Dios estoy de
su lado, no, de hecho creo que de haber sido los Nazis los que
hubieran estado oprimidos por los Judíos, mi corazón estaría con
los Nazis; pero no fue así.
Igualmente
hubo Nazis inocentes, que no estaban de acuerdo con todo lo que se
estaba haciendo, que también sufrieron, y este es el ejemplo de la
mamá de Bruno, pero de ella hablaremos un poco más adelante. Con
este tipo de Nazis sí está mi corazón, soy doña bondad v: xd.
Como
les decía, la amistad entre estos dos niños es hermosa, hablan de
temas super ordinarios de los que tú y yo hablábamos a su edad, se
ponían tristes por la situación en la que estaban (según Bruno, de
que los obligaron salir de sus hogares a la fuerza), se enteran de
que nacieron el mismo día y cosas así... Y tal vez sí hubo un
altibajo en la amistad de estos dos colegas, pero como todos buenos
niños, no se guardó rencor, ellos estuvieron juntos todo el tiempo,
siendo leales.
Los
niños no comprenden de clases sociales, razas o colores (amenos que
les metan a la cabeza, desde chiquitos, los enfermos de sus padres
algo como: “Cin isti tipi de niñis ni ti jintis pirqui sin
pibris y istín biin fiios") ellos solo quieren jugar y ya, eso es
todo.
¿Ven
ahora por qué esta historia me gusta tanto?
Creo
que John supo muy bien crear originalidad dentro de un tema que ya
está muy viciado por cientos de gentes que se han puesto a crear
historias desde esa ambientación y la idea de un niño como
protagonista se me hizo lo más tierno del mundo. Además el hecho de
que Bruno no supiera nada acerca de lo que estaba ocurriendo con lo
de la guerra me pareció un detalle chidísimo, porque esta es la
razón por la que esta historia tiene sentido, Bruno es la persona
más inocente del mundo. Todavía Shmuel sabía un poquito acerca del
holocausto (y por poquito me refiero a que al menos sabía que tenían
enemistad con los Nazis), pero Bruno está al cien por ciento
norteado, no entiende la razón por la que Shmuel está metido ahí.
Bueno, ahora vamos a pasar a hablar un poquito sobre los personajes...
Bruno,
nuestro protagonista, es un
niño intrépido, curioso,
de grande quiere llegar a ser un explorador y hallar algo digno de
contar. Bruno tiene un rasgo muy característico, como les había
mencionado anteriormente, que es su inocencia excesiva. Tiene un alma
tan blanca, tan pura, tan bonita. Está completamente solo en la
nueva casa de Auchviz y lo único que quiere es algo de compañía
para jugar. Amé a Bruno desde principio a fin, es un personaje tan
bonito, tiene algo en su personalidad que lo ha hecho uno de mis
personajes favoritos para toda la vida, es muy gracioso (a veces la
historia tomaba un aire cómico por cause de él y para nada se veía
fuera de lugar). Fue un gran honor toparme con un personaje como
Bruno
Shmuel,
el niño con el pijama de rayas, es el judío que se hace amigo de
nuestro protagonista al pasar de los meses, está
triste por estar ahí,
porque lo han sacado de su casa a la fuera y lo único que quiere
ahora es comer. Siento que al principio a Shmuel no le interesaba
mucho ser amigo de alguien,
pero con el paso de los días él y Bruno tuvieron un acercamiento
muy
bonito que dio resultado a
la amistad más hermosa de
todos los tiempos.
Ahora
hablaremos de Gretel, la
hermana mayor de Bruno.
Let me tell you guys, ella es horrible. La chamaca es de esas niñas
que se creen super hermanas de Chabelo por tener sus doce añitos *se
pega en la frente*. Odie a Gretel con toda mi alma, me cayó en el
hígado la actitud que mota muchas veces, las burlas que ella y sus
hermanas le hacen a su hermano y cómo lo hace ver como un niño
torpe. Pero igual me gustó leer al personaje, fue muy gracioso.
—¿Quieres
hacer el favor de callarte? —replicó el niño mirando con fastidio
a su hermana. Ya era bastante penoso tener que pedirle un favor al
teniente, y sólo faltaba que su propia hermana se burlara de él en
ese momento—. Tú sólo tienes doce años —añadió—. Deja de
fingir que eres mayor de lo que eres.
Y,
por último, voy a hablar del Teniente Kotler. Como
se podrán imaginar, este bato tampoco me cayó nada bien. Es el
muchacho más racista del
mundo entero, en serio, los
trabajadores que estaban haciendo
sus labores en la casa de Bruno eran como animales delante de sus
ojos. Kotler es pésimo, es
un sarcástico de lo peor (y vaya que a mí me gusta el sarcasmo)
pero ¡Ahg! ¡Se pasa! ¡Odio a él por siempre!
En
conclusión El niño con el pijama de rayas fue mi libro favorito de
este año, fue un gran honor leerla, encontrarme con estos personajes
y que fuera esta la última historia con la que me tope en este 2016.
Fueron un montón de emociones encontradas las que tuve con este
libro y le agradecería eternamente a John Boyne si me devolviera mi
corazón reconstruido... Nah, mentira, le agradezco por crear esta
magnífica historia, es hermosa y la amaré eternamente.
¡Y
esto fue todo por la reseña del día de hoy! *se
sacude las manos* ¡Uf! Logré salir de esto sin llorar
:v. En fin, este es el último post del año xd por eso quise hablar
de este buk para cerrar con broche de oro ♡. Qué nostalgia, ¿no?
:'). ¿Ustedes ya leyeron este libro? ¿Qué opinan de él? Y si no
ha sido así, ¿los he convencido para que lo hagan? Como siempre, me
encantaría saber sus opiniones y leer todos sus comentarios, no
duden en dejarlos aquí abajo. Espero que estén pasando un día
genial, que tengan unas muy bonitas fiestas en compañía de sus
familias y amigos y que este año que viene esté lleno de cosas muy
buenas para todos ustedes (y muchas lecturas también xd).
Nos
leemos el próximo año, guys, ¡Hasta luego ✌!
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2 comentarios
¡Hola! Concuerdo contigo lo maravilloso de este libro es la inocencia con la que está contado, fue una de mis mejores lecturas del año pasado.
ResponderBorrarSaludos 😙
Hola hola muy buena reseña y feliz año nuevo!!!! Se nota que la historia de verdad te gustó, ese toque de inocencia que le dio el autor es hermosa, yo tambien amé el libro. Saludos
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